sábado, 29 de noviembre de 2014

Black Friday

Se conoce como viernes negro (en inglés Black Friday) al día que inaugura la temporada de compras navideñas con significativas rebajas en muchas tiendas minoristas y grandes almacenes. Es un día después del Día de Acción de Gracias y se celebra el cuarto viernes del mes de noviembre. Esta festividad comenzó en Norteamérica, principalmente en Estados Unidos y en Canadá y, poco a poco y con la ayuda de las nuevas tecnologías y la promoción de este día por parte de las distintas empresas, se ha ido extendiendo por el resto de países del mundo. Como complemento a la festividad, existe el ciberlunes, que es un día dedicado a compras por Internet y se celebra el lunes después de Acción de Gracias.

Etimología

El término se originó en Filadelfia, donde se utilizaba para describir el denso tráfico de gente y vehículos que abarrotaba las calles al día siguiente de Acción de Gracias. El uso de este término comenzó alrededor de 1961 entre los oficiales de policía encargados de la regulación del tráfico, popularizándose hacia 1966, y extendiéndose al resto de los estados a partir de 1975.

Más adelante, surgió una explicación alternativa, refiriéndose el término «negro» a las cuentas de los comercios, que pasan de números rojos a negros gracias al superávit.

El "viernes negro" no es oficialmente un día festivo, pero muchos empresarios ven este día como un día festivo junto con el Día de Acción de Gracias, dándoles el día libre a sus empleados, de hecho incrementando el número total de potenciales compradores. Habitualmente ha sido el día de mayor movimiento comercial de todo el año desde el 2005.

En el 2013, aproximadamente 141 millones de personas en los Estados Unidos compraron durante el Viernes Negro, gastando un total de 57 400 millones de dólares, con ventas de la red llegando a 1 200 millones de dólares.

En España

En España se ha impulsado esta celebración Norteamericana principalmente en ámbitos de compra en línea por medio de Internet y también expandiéndose no solo el viernes sino que varios días como podrían ser jueves-viernes-sábado y domingo, aunque actualmente no es tan popular como en Norteamérica, el volumen de búsqueda del término "Black Friday" aumentó un 75.4% entre noviembre del 2013 y noviembre del 2014 y continúa creciendo. Además, cada vez son más los comercios que se suman a la celebración de este día que marca el inicio de las compras navideñas y diversas empresas participan ofreciendo grandes descuentos.

La Confederación Española de Comercio (CEC) apuntó que "aunque se promoverán campañas puntuales por parte de asociaciones territoriales la celebración no parece contar con mucha implantación en el pequeño comercio" y recordaron que en 2012 los comercios del barrio de Salamanca, uno de los más comerciales de Madrid capital, permanecieron abiertos más allá de la hora habitual de cierre y ofrecieron descuentos especiales con motivo del viernes negro. No obstante, en Estados Unidos, el viernes después de Acción de Gracias es un evento nacional en el que se llegaron a gastar en 2013 más de 57 mil millones de euros, o lo que es lo mismo, 1 millón de Rólex o más de 40,000 Ferrari.


domingo, 9 de noviembre de 2014

El lenguaje del abanico

Que se dice con el abanico. Parte 1 

  
Abanicarse rápidamente. Te amo con intensidad.

Abanicarse lentamente. Abanicarse de forma pausada, significa soy una señora casada y me eres indiferente. También si se abre y cierra muy despacio significa esto.

Cerrar despacio. Este cierre significa un "Sí". Si se abre y cierra rápidamente significa, ", Cuidado, estoy comprometida.

Cerrar rápido. Cerrarlo de forma rápida y airada significa un "No".

Caer abanico. Dejar caer el abanico significa: te pertenezco.

 Levantar los cabellos. Si levanta los cabellos o se mueve el flequillo con el abanico significa que piensa en ti, que no te olvida.

Contar varillas. Si cuenta la varillas del abanico o pasa los dedos por ellas quiere decir que quiere hablar con nosotros.

Cubrirse del sol. Significa que eres feo, que no la gustas.

Apoyarlo sobre la mejilla. Si es sobre la mejilla derecha significa "Si". Sobre la mejilla izquierda es "No".

Prestar el abanico. Si presta el abanico a su acompañante, malos presagios. Si se lo da a su madre, quiere decir "Te despido, se acabó".

Dar un golpe. Un golpe con el abanico sobre un objeto, significa impaciencia.

Sujetar con las dos manos. Si sujeta el abanico abierto con las dos manos, significa "es mejor que me olvides".

Cubrirse los ojos. Con el abanico abierto, significa "Te quiero". Si nos cubre el rostro puede significar "Cuidado, nos vigilan.

Pasarlo por los ojos. Si se pasa el abanico por los ojos significa, Lo siento. Si cierra el abanico tocándose los ojos quiere decir, "Cuando te puedo ver".

Abrir abanico y mostrarlo. Significa, "Puedes esperarme".

Cubrir la cara. Cubrir la cara con el abanico abierto, significa: Sígueme cuando me vaya.

A medio abrir. Apoyar el abanico a medio abrir sobre los labios quiere decir "Puede besarme".
Con el abanico de mi abuela (primer premio concurso de abanicos)
Apoyar los labios. Si apoya los labios sobre el abanico o sus padrones, significa desconfianza, "No me fío".
Pasarlo por la mejilla. Significa, "Soy casada".

Deslizarlo sobre los ojos. Significa: "Vete, por favor".

Que se dice con el abanico. Parte 2 

  
Mano izquierda. Llevarlo en la mano izquierda quiere decir: "Deseo conocerte". Moverlo con la mano izquierda significa: "Nos observan".

Mano derecha. Llevarlo o moverlo con la mano derecha, significa: "Amo a otro".

Pasarlo de una mano a otra. Significa, "Estás flirteando con otra" o "Eres un atrevido".

Girar con la mano derecha. Significa: "No me gustas".

Tocar la palma de la mano. Quiere decir: "Estoy pensando si te quiero".

Sobre el corazón. Apoyar el abanico abierto sobre el corazón o el pecho, quiere decir: "Te amo" o "Sufro por tu amor".

Darse en la mano izquierda. Darse un golpe con el abanico cerrado en la mano izquierda significa "Ámame".

Mirar dibujos. Mirar los dibujos del abanico, quiere decir: "Me gustas mucho".

Bajarlo a la altura del pecho. Significa: "Podemos ser amigos". También dejarlo colgado, quiere decir "Seremos amigos".

Cerrarlo sobre la mano izquierda. Quiere decir: "Me casaré contigo".

Saldré. Ponerse en el balcón con el abanico abierto o salir al balcón abanicándose. También entrar en el salón abanicándose.

No saldré. Dejarse el abanico cerrado en el balcón, salir al balcón con el abanico cerrado, o entrar en el salón con el abanico cerrado.

Arrojar el abanico. Quiere decir: "Te odio". o "Adiós, se acabó"


Presentarlo cerrado. Significa: "¿ Me quieres ?".

Sobre la oreja. La izquierda "Déjame en paz no quiero saber nada de ti". La derecha "No reveles nuestro secreto".

Contar o abrir cierto número de varillas. La hora para quedar en una cita, en función del número de varillas abiertas o "tocadas".


domingo, 2 de noviembre de 2014

Qué solos se quedan los muertos

Cerraron sus ojos 
que aún tenía abiertos,
taparon su cara 
con un blanco lienzo,
y unos sollozando,
otros en silencio, 
de la triste alcoba 
todos se salieron. 


La luz, que en un vaso 
ardía en el suelo, 
al muro arrojaba 
la sombra del lecho, 
y entre aquella sombra 
veíase a intérvalos 
dibujarse rígida
la forma del cuerpo. 


Despertaba el día, 
y a su albor primero, 
con sus mil ruidos 
despertaba el pueblo. 
Ante aquel contraste 
de vida y misterio, 
de luz y tinieblas, 
yo pensé un momento: 

“¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!” 


De la casa, en hombros, 
lleváronla al templo, 
y en una capilla 
dejaron el féretro. 
Allí rodearon 
sus pálidos restos 
de amarillas velas 
y de paños negros. 


Al dar de las ánimas 
el toque postrero, 
acabó una vieja 
sus últimos rezos,
cruzó la ancha nave,
las puertas gimieron 
y el santo recinto 
quedóse desierto. 


De un reloj se oía 
compasado el péndulo 
y de algunos cirios 
el chisporroteo. 
Tan medroso y triste, 
tan oscuro y yerto 
todo se encontraba 
que pensé un momento: 

“¡Dios mío, qué solos 
se quedan los muertos!” 


De la alta campana 
la lengua de hierro 
le dio volteando 
su adiós lastimero. 
El luto en las ropas, 
amigos y deudos 
cruzaron en fila, 
formando el cortejo. 


Del último asilo, 
oscuro y estrecho, 
abrió la piqueta
el nicho a un extremo.
Allí la acostaron, 
tapiáronla luego, 
y con un saludo
despidióse el duelo. 


La piqueta al hombro 
el sepulturero, 
cantando entre dientes, 
se perdió a lo lejos. 
La noche se entraba, 
reinaba el silencio, 
perdido en las sombras 
medité un momento: 

“¡Dios mío, qué solos 
se quedan los muertos!” 


En las largas noches 
del helado invierno,
cuando las maderas 
crujir hace el viento 
y azota los vidrios 
el fuerte aguacero, 
de la pobre niña 
a solas me acuerdo. 


Allí cae la lluvia 
con un son eterno; 
allí la combate 
el soplo del cierzo.
Del húmedo muro 
tendida en el hueco, 
¡acaso de frío Se hielan los huesos...! 


¿Vuelve el polvo al polvo? 
¿Vuela el alma al cielo? 
¿Todo es vil materia, 
podredumbre y cieno? 
No sé; pero hay algo 
que explicar no puedo, 
algo que repugna,
aunque es fuerza hacerlo,
a dejar tan tristes, 
tan solos los muertos.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Truco o Trato

El 31 de octubre al anochecer, Halloween entra en su apogeo. Una de las costumbres más arraigadas la noche de Halloween entre los niños y no tan niños es disfrazarse, cuanto más terrorífica y esperpénticamente mejor, y recorrer las calles al asalto de las casas del barrio. Las pandillas de niños van por la calle con sus calabazas, llaman a las puertas y cuando el inocente visitado abre la puerta, lanzan el grito unánime "¡truco o trato!" (trick or treat). La tradición exige que el inquilino de la casa ceda a este terrible chantaje, regalando a los niños todo tipo de dulces y golosinas de Halloween, haciendo, pues, trato (treat) con ellos. De no obrar de esta manera, el vecino moroso se expone a las temibles travesuras (tricks) de los chiquillos disfrazados de esqueletos, zombies, vampiros, momias o brujas.

Esta costumbre, trick or treat, debe su origen a la persecución de los protestantes contra los católicos en la Inglaterra de los siglos XVI y XVII.



Como consecuencia de estas persecuciones, el rey protestante James I y su Parlamento fueron víctimas de un intento de atentado pero el plan fue truncado cuando Guy Fawkes uno de los conspiradores, posteriormente ejecutado, habló bajo la presión de los verdugos y traicionó a sus compañeros.




El hecho dio lugar a una fiesta de carácter burlesco, en que pandillas de luteranos que protegían su identidad bajo máscaras lúgubres, celebraban la fecha del descubrimiento de la traición visitando los hogares católicos y exigiendo a sus acobardados moradores cerveza y pasteles. La amenaza, se hizo popular muy pronto: "Trick or Treat". De esta manera el "Día de Guy Fawkes" llegó a América con los primeros colonos, se trasladó al 31 de octubre y se unió con la fiesta de Halloween.

TRUCO O TRATO???
Vosotros decidís