miércoles, 20 de octubre de 2010

La Historia de Halloween (segunda parte). Jack O'Lantern

El hecho de que sea una calabaza el símbolo de la Noche de Halloween también tiene su historia, o más bien leyenda...
Todo comienza, hace muchos, muchos años, cuando un tacaño y pendenciero irlandés llamado Jack, tuvo la mala fortuna de encontrarse con el diablo en una taberna en la "Noche de brujas". Jack, conocido borracho, había bebido mucho, pero aun así, pudo engañar al diablo ofreciéndole su alma a cambio de un último trago. Convenció al diablo para que éste se transformase en una moneda. Al hacerlo, Jack decidió quedarse con el dinero y lo colocó cerca de una cruz de plata evitando así que el diablo volviese a su forma original. Jack liberó al diablo y le hizo prometer no pedirle su alma en 10 años. El diablo no tuvo más remedio que concederle a Jack su reclamación.
Diez años más tarde, Jack se reunió con el diablo en el campo. El diablo iba preparado para llevarse el alma de Jack, pero Jack engañó a Satanás nuevamente, esta vez lo hizo subirse a un árbol para agarrar una manzana. Jack talló la imagen de una cruz en el tronco del árbol y Satanás quedó atrapado entre las hojas y las ramas. Jack le obligó al diablo a prometer que jamás le pediría su alma nuevamente. Al diablo no le quedó más remedio que aceptar.
Jack murió unos años más tarde, pero no pudo entrar al cielo, pues durante su vida había sido un golfo, borracho y un estafador. tampoco pudo entrar en el infierno pues el diablo no podía tomar su alma. "¿Dónde iré ahora?", preguntó Jack, y el diablo le contestó: "Vuelve por donde viniste". El camino de regreso era oscuro y el terrible viento no le dejaba ver nada. El diablo le lanzó a Jack un carbón encendido del infierno, para que se guiara en la oscuridad, y Jack lo puso en un nabo que iba comiendo, para que no se apagara con el viento. Jack estaba condenado a vagar en las tinieblas eternamente.....
Los pueblos de origen céltico, como mandaba la tradición ahuecaban nabos y ponían carbón en ellos para iluminar el camino de regreso al mundo de los vivos a sus difuntos más queridos y así les daban la bienvenida, a la vez se protegían de los malos espíritus. Pero cuando los irlandeses llegaron a América, conocieron las calabazas y se dieron cuenta de que estas eran mucho más grandes y fáciles de ahuecar que los nabos, desde entonces nadie crece sin conocer a Jack O'Lantern, el tenebroso candil de Jack.


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