viernes, 28 de octubre de 2011

Los Gatos Negros

El gato y la brujería


Si el gato era considerado símbolo de la divinidad entre los egipcios; los celtas, por el contrario, desarrollaron un miedo particular a este mítico animal, pues creían que los gatos negros era la forma felina en que algún poder demoníaco había transformado a una persona, es decir, los gatos eran personas malditas.En la leyenda, la diosa céltica Wicca se convierte en un gato negro para cometer el incesto con su hermano, Lucifer





Se dice que el cuerpo del gato negro no es más que el disfraz que utilizan las mismas brujas para pasearse tranquilamente por la ciudad, para pasar desapercibidas. Por eso una de las tradiciones de Halloween advierte que si un gato negro se te cruza por delante en esta noche la mala suerte caerá sin remedio sobre tu cabeza. ¿Sin remedio? Noooo, hay un antídoto: cuando te pase eso da inmediatamente siete pasos hacia atrás y ¡maldición conjurada!



Popularmente a las brujas se las asocia con ciertas imágenes.
El típico sombrero negro, viejas y feas, con espantosas verrugas en la nariz, un gato negro de compañero, la infaltable escoba para volar, y un gran caldero humeante al fuego...
Pero no todas las historias sobre brujas las pintan tan horripilantes, algunas hablan de mujeres muy hermosas, con ojos seductores, y que tienen la capacidad mágica de transformarse en cualquier otra persona o animal, y con sus encantos logran sacar ventaja de otros y someterlos a su poder.
En la tradición Celta se relata que las brujas consideraban como sus mejores amigos a los gatos erizos, en especial los de color negro. La Bruja utilizaba a su gato, como su sirviente mensajero o secretario y también se decía que era alguna persona transformada por un conjuro, doblegando su voluntad.
Durante la Edad Media nace la falsa creencia de considerar al gato negro como de mal agüero, por pensar que cumplían mandatos de las brujas y esto dio lugar a que los fanáticos sacrificaran a miles de estas bellas e inocentes criaturas. 



Supersticiones 


La dualidad del gato como símbolo de la divinidad y de la representación demoníaca, dio lugar a que en las supersticiones relacionadas con él se le considere representante de la mala o la buena suerte, según la circunstancia o lugar en que naciesen.
* Se dice que un gato negro es realmente un vaticinio nefasto, si se cruza en el camino de una persona de derecha a izquierda. También que pierde este carácter de maldad si tiene un lunar blanco en alguna parte del cuerpo.
* Existen pueblos en que el encuentro de un gato negro camino de la iglesia el día de la boda da buena suerte, mientras que en otros es símbolo de desgracias conyugales.
* Se cree que el gato negro trae buena suerte en los juegos de azar, sobre todo si se toca alguno antes de que empiece el juego.
* También se cree que tener un gato negro en casa es símbolo de buena fortuna.
* La gente del mar suele estar muy atenta al comportamiento del gato a bordo. Es tradición popular que si el gato corre, juega o salta pronostica tormentas y galernas
* En España se dice que una persona afortunada tiene siete vidas como los gatos.
* Soñar con un gato es de mal agüero.
* En algunas regiones del sur de Estados Unidos todavía se piensa que, si se permite a un gato acercarse a un cadáver humano, una horrible desgracia caerá sobre la familia del difunto.
* En Sicilia, un gato negro representa el mal de ojo.
* En Kentucky existe la creencia de que la visita de un gato negro a una casa es señal de buena suerte, excepto si decide quedarse, en cuyo caso significaría infortunio.
* En la Gran Bretaña del siglo XIX, el que un gato negro se paseara por delante de unos novios a punto de casarse representaba felicidad y fecundidad para los contrayentes.
* Las mujeres de los marineros solían tener un gato negro en casa para asegurarse de que sus maridos volverían sanos y salvos.
Pero más allá de todas estas creencias, puedo decir con certeza que el gato una vez que te adopta como su amigo, será sin duda tu mejor y más fiel compañero, dándote muestras constantes de su inmenso cariño...


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